El final de Juego de Tronos nos dejó con el sin sabor en la boca, pero, en general, satisfechos. Sin embargo hay tres razones por el cual GoT no ha terminado bien.
Queridos fans de Juego de Tronos: nos la han colado. Ya nos dimos todos cuenta de que la calidad de la serie había caído en picado hasta hacer un agujero en el suelo en la última temporada.
A muchos no nos ha convencido el final. Algunos incluso han optado por inventarse un cierre alternativo.
Pero al menos, al menos, teníamos el consuelo de que habían dejado las tramas principales más o menos cerradas, ¿no?
Volviendo a lo nuestro, si algo nos podía satisfacer de ese final abrupto y extraño era que todo quedaba unido. Bran Stark puede ser un capo, pero también tiene la cabeza sobre los hombros y probablemente será un rey de los que no queman vivos a sus súbditos.
El Norte permanece como un reino independiente y hemos visto a Sansa en un trono (aunque no fuera el de Hierro). Los malos están muertos y los buenos están vivos. Todo encaja, ¿no? Pues no.
Aunque este último capítulo tuviera la satisfacción de los finales baratos de peli de la hora de comer, al pensarlo una segunda vez llegamos a la conclusión de que el final de Juego de Tronos es la puerta hacia un Apocalipsis en el mundo de Poniente. Y te explicamos por qué.
ARGUMENTO 1: BRAN ACABA DE CONVERTIRSE EN UN TIRANO
Y todavía se está colocando la corona. Sin que nadie pensara mucho en ello, Bran se acaba de convertir en rey durante los muchos siglos que dure Poniente. Porque el chicol, como Cuervo de Tres Ojos que es, es prácticamente inmortal.
Si volvemos a la temporada 6, el momento en que Bran conoce al ex Cuervo, el hombre le dice que lleva 1000 años esperándolo, y Bran contesta algo así como que si cree que él quiere estar 1000 años en un árbol.
De aquí podemos deducir dos cosas: A. Que los Cuervos de Tres Ojos, si no son inmortales, tienen una esperanza de vida decenas de veces superior a la de los humanos. Y B. Que, si no se lo hubiera cargado el Rey de la Noche, a lo mejor este señor seguiría vivo para siempre.
Acabamos de agenciarse un monarca para toda la eternidad. Lo de que el próximo rey lo elegimos democráticamente era broma, chicos.
ARGUMENTO 2: BRAN ES CÓMPLICE DE LA TRAGEDIA DE DESEMBARCO DEL REY
No decimos que el chico le pasara a Danny una antorcha. Pero sí decimos que sabía perfectamente lo que iba a pasar. Por el sencillo motivo de que Bran es el Cuervo de Tres Ojos y puede ver el pasado, el presente y el futuro. Este es un punto sobre el que mucha gente está mosqueada, especialmente debido a la respuesta de Bran cuando Tyrion le pide que acepte la corona: “¿Por qué te crees que he venido hasta aquí?”.
Si lo del CDTO no los convence, igual desearían rebobinar hasta la temporada 4. En uno de los capítulos, Bran tiene una visión en la que ve a Drogon volando por encima de Desembarco del Rey, justo antes de empezar la barbacoa. Todo apunta a que sabía lo que iba a pasar y, aún así, no hizo nada para impedirlo.
ARGUMENTO 3: BRAN ACABA DE PROVOCAR OTRA GUERRA
Si creían que, con Daenerys muerta, Poniente podría disfrutar de unos años buenos de paz y tranquilidad, estabais equivocados. Casi sin querer, Bran ha sentado los precedentes para una guerra nueva.Mejor dicho, para tres.
La primera guerra será para las Islas del Hierro. Si echamos la vista atrás, iban a ser un territorio independiente cuando gobernara Daenerys. Y ahora Yara está feliz de la vida de tener a Bran como rey. Nosotros la imaginamos en su barco de vuelta a las islas diciendo “Espera un momento…”.
La segunda guerra enfrentará a Poniente con Dorne. Vamos a ver, que Dorne es un reino históricamente independiente. Que hasta visten en plan exótico. ¿Cómo es que de repente están sometidos a la corona de Poniente? Es como si nosotros un día decidimos que nuestro Presidente del Gobierno también va a mandar en Andorra.
La tercera guerra es la que todos nos hemos quedado con ganas de ver. La de los que recibieron las cartas de Varys diciendo que Jon es el heredero legítimo al trono. Será una guerra entre jonistas y branistas y durará tres generaciones.