En muchas ocasiones los actores y actrices del elenco de GoT han hablado sobre el impacto que ha generado su papel en la serie, pero jamás habíamos escuchado un testimonio tan desgarrador que dio Emilia Clarke tras esta dura confesión.
Nuestra querida Daenerys declaró en una nota publicada en The New Yorker sobre cómo atravesó problemas de salud que pusieron en riesgo su vida durante las primeras temporadas de la serie.
Justo cuando los sueños de mi infancia parecían haberse hecho realidad, casi perdí mi mente y luego mi vida. Nunca he contado esta historia pero ahora es el momento", arranca el artículo de la actriz. Clarke comienza contando que todo sucedió a principios de 2011, tras rodar la temporada inicial de Juego de Tronos e interpretar por primera vez el papel de Daenerys Targaryen. Aunque los creadores le habían dicho que su papel era una mezcla de Napoleón, Juana de Arco y Lawrence, ella no se sentía "como un espíritu conquistador sino aterrorizada por un negocio que apenas entendía y tratando de corresponder a la confianza que los creadores habían depositado en mí. Me sentí expuesta. En el primer episodio aparecí desnuda y siempre me hice la misma pregunta: Haces de una mujer fuerte y sin embargo te quitas la ropa. ¿Por qué? ¿Cuántos hombres tengo que matar para demostrar mi valía?"
La actriz explica cómo el estrés fue en aumento y decidió recurrir al deporte para controlarlo. Pero en una de las sesiones empezó a sentir un fuerte dolor en la cabeza y le dijo al preparador que tenía que parar. Consiguió llegar al vestuario pero el dolor y las náuseas aumentaban.
Afortunadamente una mujer la encontró y llamó a la ambulancia que pudo salvar su vida.
Una niebla de inconsciencia se posó sobre mí. Desde la ambulancia me condujeron en una camilla a un pasillo que olía a desinfectante. Como nadie sabía que me pasaba, los médicos no podían administrarme nada para aliviar el dolor", prosigue el relato. Rápidamente la sometieron a una exploración del cerebro y el resultado fue que la actriz había sufrido una hemorragia subaracnoidea y su vida estaba en peligro. "Había tenido un aneurisma, se había roto una arteria, y como supe más tarde un tercio de los pacientes mueren inmediatamente o poco después. Si quería vivir y evitar secuelas, me tenía que someter a una operación urgente. Y aún así, no había garantías"
La actriz se sometió a una intervención de tres horas en Londres, Y tan solo tenía 24 años.
Y me consideraba una persona sana. Solo tenía mareos esporádicos debido a mi tensión baja y en la escuela de teatro a veces colapsaba pero todo parecía manejable, propio del estrés. Ahora entiendo que podría haber estado experimentando señales de lo que estaba por llegar"
La situación fue traumática: el dolor era insoportable y las dos primeras semanas eran clave. Pero una noche, una enfermera la despertó para hacer un ejercicio cognitivo y ella no recordaba su nombre y el pánico la invadió.
Soy actriz, necesito recordar mis textos, y ni siquiera podía recordar mi nombre. En mis peores momentos quise desconectar. Le pedí al personal médico que me dejara morir"
Nuestra Khaleesi superó esos difíciles momentos pero su lucha no había terminado porque tenía otro aneurisma que tenía que vencer.
Entonces comenzó el rodaje de la segunda temporada y la promoción de la primera y se encontraba tan débil que pensaba que se iba a morir.
Tomaba sorbos de morfina entre las entrevistas. Sentía un cansancio como multiplicado por un millón"
Tras la tercera temporada se tuvo que someter a una nueva operación porque el bulto que había que vigilar había crecido. Iban a utilizar una nueva técnica pero falló y tuvo una hemorragia masiva, era necesario volver a intervenir para que sobreviviera. La recuperación fue todavía más dolorosa.
Me cuesta mucho recordar esos días oscuros con detalle. Mi mente lo ha bloqueado"
Además mencionó que apoya a una organización que ayudan a personas que han pasado lo mismo que ella.
Ahora estoy al cien por cien. Más allá de mi trabajo como actriz colaboró con la organización Same You, que tiene como objetivo ayudar a las personas que se recuperan de lesiones cerebrales. Siento una gratitud infinita hacia mi madre y mi hermano, los médicos, las enfermeras y mis amigos. Y cada día echo de menos a mi padre, que murió de cáncer en 2016 y nunca podré agradecerle lo suficiente como sostuvo mi mano hasta el final"
Si hasta ahora amábamos a Daenerys, tras conocer todo esto, caemos rendidos a los pies de esta gran mujer. Ojalá acabe reinando con sus dragones en el Trono de Hierro. ¡Grande Emilia!