Durante años, la serie de HBO ejerció una fuerte presión sobre el escritor. Con la llegada del final, George. R. R. Martín ya puede volver a escribir en paz.
La temporada final de Game of Thrones resultó ser un desastre monumental para los seguidores más fieles de la serie.
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Después de siete bloques repletos de aventuras y momentos inolvidables, los últimos episodios se caracterizan por estar plagados de incoherencias narrativas, dejando en ridículo a los personajes que durante varios años fueron expuestos a los retos más peligrosos.
Esta falta de respeto última llevada a la pantalla por David Benioff y D.B. Weiss , ha terminado como algo muy diferente para George R.R. Martin , escritor de Canción de Hielo y Fuego, saga de fantasía medieval en la que está basada Juego de Tronos. Martin se siente liberado de presiones.
Cuando Game of Thrones se lanzó a través de la señal de HBO en 2011, George R. R. Martin publicó Danza con Dragones, el quinto libro de su ovacionada saga; los fans lo aceptaron con gusto y pensaron que muy pronto llegaría el sexto… no fue así.
El estreno de Juego de Tronos en televisión representó un paro de labores en la vida de Martin, quien durante ocho años no ha sido capaz de publicar el siguiente título, hecho que tiene a los seguidores del escritor muy desconcertados.
Varios rumores apuntaron a que el cese de escritura se debió a que HBO le pidió a Martin no seguir trabajando con el objetivo de dar preferencia a la serie, y que para cuando el final llegara y se publicara el siguiente libro, este se vendería como pan caliente.
Sin embargo, George ha declarado para varios medios que Game of Thrones colocó demasiada presión en sus hombros: la serie estaba teniendo demasiado éxito y él tuvo miedo de no entregar un final digno para los amantes de la novela.
Por fortuna, la conclusión de la serie parece haber cambiado la perspectiva del autor, quien ya no siente ese peso voraz sobre su alma. Esto fue lo que dijo durante una entrevista con The Guardian:
Hubo unos años donde si hubiera terminado [Vientos de Invierno], pude haberme mantenido adelantado del programa por unos años más. El estrés era enorme. No creo que fuera muy buena para mí [la serie], porque la cosa que debió hacerme escribir más rápido en realidad hizo que marchara más lento. Me sentaba a escribir todos los días, y aunque había tenido un buen día, y un buen día para mí es escribir tres o cuatro páginas, me sentía terrible porque siempre estaba pensando: ‘Dios mío, tengo que terminar el libro. Solamente he escrito cuatro páginas cuando debí haber hecho cuarenta”
El escritor admitió que el final de la serie ha sido un alivio:
El que la serie haya terminado me ha hecho sentir liberado, porque ahora voy a mi propio ritmo. Tengo días buenos y tengo días malos y hay mucho menos estrés, aunque permanece ahí… Estoy seguro de que cuando termine Sueño de Primavera tendrán que sujetarme a la Tierra”
Cuando The Guardian lo cuestionó sobre si la mala recepción de la temporada final lo afectó de alguna manera, esto fue lo que respondió.
No, no lo hizo. No cambió nada en lo absoluto. Tal y como dice Rick Nelson en Garden Party, una de mis canciones favoritas: ‘No puedes complacer a todos, así que tienes que complacerte a ti mismo’”
La temporada final de Game of Thrones recibió críticas negativas y malas calificaciones en todos los sitios especializados. Las decisiones tomadas por los guionistas principales causaron repulsión entre los seguidores de la serie, quienes al principio se negaron a creer que un programa de tal magnitud pudiera terminar de esa manera tan nauseabunda.
Las cosas pasaron justo así, y Juego de Tronos fue perdiendo su luz con cada nuevo episodio de la octava temporada: Benioff y Weiss mataron una joya que pudo haber concluido de forma monumental. Es una lástima que le hayan dado más importancia a otros proyectos. Al menos tenemos a Martin, él no defraudará.