Todo comenzó en una fiesta celebrada después de los Óscar y organizada por Beyoncé y Jay-Z en el Chateau Marmont, en Los Ángeles. En un momento, la actriz se sentó en el bar con un par de amigos, cuando de repente vio a la anfitriona de la fiesta dirigirse directamente, hacia a ella.
“Estaba bastante borracha, llevaba como seis copas de champán”, aseguraba la actriz entre risas.
De repente veo esa visión, ese ángel, esa increíble mujer acercándose a mí… y Beyoncé me dice: ‘Oh, Dios mío, es un placer conocerte. Creo que eres brillante. Estaba al borde de las lágrimas. Podía verme reflejada en sus ojos. Pensé que en ese momento Beyoncé creería que yo estaba loca y que no podía tener una conversación normal”
En ese momento, la actriz quedó sin palabras y apenas pudo hablar:
Te he visto en vivo en un concierto y creo que eres increíble y maravillosa”
Además, la actriz confesó que, aunque “No podía decirle nada, por dentro estaba gritando que por favor yo le siguiera gustando después de que descubriera que mi personaje se transforma en una dictadora genocida. Que por favor siguiera pensando que todos estos años he representado a las mujeres de una manera fabulosa”, aseguró.
En serio, tuve un ataque de ansiedad porque la persona que más admiro en el mundo me estaba diciendo que le gustaba y yo solo podía pensar en que cuando viera el final de la serie iba a terminar odiándome”
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De todas formas, la diva del pop todavía no ha manifestado su opinión acerca del final de la Historia de Poniente, por lo que tendremos que seguir esperando para saber si finalmente el último episodio terminó convenciendo a Beyoncé o no.
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